La enfermedad de
Alzhéimer es un desorden progresivo, degenerativo e irreversible del cerebro
que causa la debilitación, la desorientación y una eventual muerte intelectual.
Las características de la enfermedad las definía el neurólogo alemán Aloís Alzhéimer en 1907, al describir los síntomas que presentaba una mujer de 48
años con graves problemas de memoria, así como las características
neuropatológica de la enfermedad que pasó a denominarse de Alzhéimer.
Alzhéimer indicaba
que la enfermedad comienza insidiosa, con debilidad, dolores de cabeza,
vértigos, insomnio suave, irritabilidad y pérdida severa de memoria. Observaba que los
pacientes se quejaban amargamente de sus síntomas, que la enfermedad se asociaba ocasionalmente a un ataque apopléjico repentino, seguido por hemiplejia. Que la
pérdida progresiva de memoria y de la mente aparece más adelante, con los
cambios repentinos del humor, fluctuando entre la euforia suave y el
hypchondriasis exagerado. La enfermedad, indicaba finalmente, conduce al estupor y al comportamiento
infantil.